BRAULIO
SOLOS TÚ Y YO. 1978.
El mar se quedó solo
con su inquietud,
y fue perdiendo tono
su intenso azul,
el sol en su escapada
dejó sin luz
a la oculta cala
que amabas tú.
Y en la arena que guarda
aún tu calor,
revivo paso a paso
lo que ocurrió,
viendo como las olas
desnudas van
detrás de la espuma
y en su jugar… su jugar
Solo estás tú,
y esa forma diferente de amar,
de apurar toda la vida,
la absurda vida
que nos retiene sin razón.
Solos tú y yo
poseídos de un deseo brutal,
jadeantes y convulsos
perdiendo incluso el pudor y el miedo
al qué dirán, al qué dirán.
Cuando llegue esta carta
a tu lugar
tal vez ya no te acuerdes
de la ansiedad
que nos mordía en el alma
sin compasión
hasta quedar rendidos
de tanto amor.
Y tal vez con el tiempo
solo seré
un amable recuerdo
desde tu ayer,
el compañero justo
para pasar
aquellas vacaciones
cerca del mar, cerca del mar.
Solo estás tú
y esa forma diferente de amar
de apurar toda la vida,
la absurda vida
que nos retiene sin razón
Solos tú y yo
poseídos de un deseo brutal,
jadeantes y convulsos
perdiendo incluso el pudor y el miedo
al qué dirán… al qué dirán.
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